Una cerveza añejada 10 años

Antes del boom cervecero actual, no se encontraban buenas cervezas en Mexicali o sus alrededores; por esa razón, hace aproximadamente 11 años me enrolé en el entonces llamado Beer of the Month Club de Michael Jackson, al cual pertenecí poco más de dos años.

De este club recibía por paquetería mensualmente un 12 de cervezas artesanales, de producción limitada ó simplemente difíciles de encontrar. Fué de esa manera que probé muchas cervezas que de otra manera no hubiera podido encontrar en ninguna otra parte.

Recientemente encontré un par de botellas olvidadas en una alacena, en donde habían permanecido desde que las recibí. Las condiciones en que estuvieron almacenadas no eran las óptimas, por lo que tenía mis dudas de que todavía estuvieran tomables. De las dos, una ya estaba mala y la otra todavía buena. Estas son mis notas de la que sobrevivió todo ese tiempo (entre 9 y 11 años).

Las dos botellas olvidadas

St. Bernardus Abt 12
Quadrupel (Quad)
Brouwerij St. Bernardus NV
Watou, Bélgica
Disponibilidad: Todo el año
ABV: 10%
USD $4.99 / 12 oz. btl

Esta cervecería tiene sus orígenes a principios del siglo XX, cuando unos monjes Franceses emigraron al pueblo de Watou en Bélgica, en donde permanecieron hasta 1930; cuando regresaron a su lugar de origen y rentaron la concesión de los derechos de producción de cerveza y quesos Trapenses.
Sin embargo, en 1992, el contrato no fué renovado ya que varias Cervecerías Trapenses decidieron conceder la calificación de “Cervezas Trapenses” únicamente a cervezas elaboradas dentro de los muros de las abadías. Debido a esto, a partir de entonces, las cervezas elaboradas en Watou, se comercializan bajo la marca “St. Bernardus”.

Esta cerveza es madurada durante 3 meses de forma natural para ser embotellada sin filtrar. Al agregar azúcar y levadura, se produce una segunda fermentación en la botella.

Apariencia: Color café obscuro de apariencia turbia, espuma blanca cerrada que desaparece rápidamente y deja muy poco encaje en vaso. Bastante sedimento.

A pesar de los años, buena espuma

Aroma: Melaza, fruta seca: higos, dátiles; ligeramente agria, como una sour beer, lo cual nos indica que el proceso de oxidación ya había empezado.
Paladar: Cuerpo medio con buena carbonatación, el alto ABV no se siente.
Sabor: Todavía buena, sabor a malta dulce seguido por fruta seca. Retrogusto amargo.

De haber guardado esta cerveza en mejores condiciones, hubiera estado excelente.

Sedimento de la cerveza